Intentar descubrir si el testimonio de un individuo responde o no a
la verdad, si es o no creíble, probablemente sea una cuestión inherente a las
formas civilizadas, o al menos organizadas, de estructuración social humana (Luis
Miguel Querejeta).
El
proceso de los juicios legales y las sentencias realizadas por el análisis realizado
por los jueces se basan en la fiabilidad y la validez. La primera está
sustentada por la credibilidad de los testigos, mientras que la segunda se
determina por la relevancia de la prueba para el juicio que esta por llevarse a
cabo; aun así, son los testigos los que tienen un valor más elevado a la hora
del proceso.
La
credibilidad del testimonio, está basada en la exactitud que el testigo o una
parte de su declaración le inspiren al evaluador y le induzca a creer que los
hechos sucedieron tal y como lo declara; para esto, existen dos modelos:
*Subjetivo
/ Social; por esto se entiende el recurso a indicadores subjetivos no validos científicamente
de credibilidad.
*Objetivo
/ Científico; en este, se presupone la asunción de criterios empíricos de
credibilidad.
Pese a que en el juzgado se acude a técnicos que valoren de modo empírico la credibilidad de los testigos, usando técnicas productivas y validadas científicamente, son los psicólogos los que se posicionan como los más eficaces, aunque la mayoría de estos instrumentos presentan ciertas limitaciones:
*Las
categorías de los diversos procedimientos propuestos para el análisis de
contenido no son homogéneos.
*No
suelen cubrir a todo tipo de testigos (se suele proponer solo para menores).
*Los
procedimientos no van acompañados de protocolos de actuación adecuados para
cada contexto (menores, adultos, discapacitados).
*No
analizan la totalidad de la tarea judicial (se centran en la victima, sin tomar
al agresor, mismo que puede ser la victima real).
*Se
orientan a la búsqueda de la huella psicológica del crimen (estrés postraumático).
*No
se incluye metodología adecuada para la evaluación clínica en el contexto
forense en el que debe sospecharse la simulación.
*Los
sistemas basados en análisis de contenido propuestos son técnicas semi –
objetivas que precisan un ajuste para ser más objetivos.
“La
aproximación de las ciencias experimentales al mundo judicial, esencialmente la
Psicología, no tiene lugar hasta principios del presente siglo. Ha surgido así
una nueva ramificación de la Psicología, que recibe los nombres de “Psicología Forense
Experimental” (que nos sirve para conocer, entender y predecir determinados
comportamientos del ser humano), “Psicología Jurídica” (que remarca el interés por
conformar un cuerpo teórico de conocimientos útiles en las ciencias jurídicas y
del comportamiento) o “Psicología del Testimonio” (misma que define el estudio
de los factores que determinan localidad del testimonio). Es, por tanto, una
disciplina reciente en su actual orientación, muy compleja por el campo sobre
el que actúa, y potencialmente peligrosa según la utilización que de ella se
haga.” (Luis
Miguel Querejeta, 1999).
Al inicio, la psicología del testimonio solo
se centraba en la exactitud de la memoria, aunque en tiempos más recientes, su
campo de acción se ha extendido al testimonio y la persuasión, la actividad
emocional, el comportamiento de los trabajadores judiciales, jueces y jurado,
entre otras actividades más. A continuación enunciaré algunos temas que deben considerarse
a la hora de estudiar o tratar de determinar la credibilidad del testimonio:
*Evaluación de la Mentira; conocido como detección
de mentiras se basa en:
**Cambios fisiológicos que sufre el cuerpo a
la hora de mentir (situación donde se utiliza el polígrafo), aunque una persona
con gran control de las emociones puede presentar nula alteración, así como una
persona neurótica, ansiosa o estresada, puede dar respuestas fisiológicas computables
como mentira.
**Cambios conductuales, con lo cual se pretende
detectar los movimientos corporales que
el sujeto realiza cada vez que miente, como el movimiento de manos o el cambio
repentino de la voz.
**Contenido semántico y de estilo de la declaración,
donde se supone, la mentira cambia la construcción verbal de la declaración,
esta es una línea de investigación reciente, y como tal, no presenta resultados
aplicables.
*Evaluación del Testimonio; este procedimiento se realiza en personas que declaran de manera voluntaria y no en la de los imputados, sin embargo, por experiencia se sabe que es raro que los testigos que comparezcan, no tengan algún interés en el pleito. En esta se analiza:
**Exactitud; para esto, debemos olvidar la
vieja idea de que la memoria graba todo con precisión, aquí debemos recalcar
que la violencia del incidente favorece el recuerdo, las mujeres pueden ser
malos testigos, los niños son sugestionables y que los policías creen que la
mejor técnica de interrogatorio es el hacer preguntas e interrumpir el relato. En
relación a esto, Ibabe considera al estrés como una situación destacable, basándose
en 3 teorías:
1. Ley de Yerkees-Dodson: señala que, para las tareas complejas,
niveles moderados de estrés mejoran los resultados, mientras que los niveles
altos o bajos los empeoran.
2. La hipótesis de Easterbrook: señala que, en situaciones de
activación emocional elevada, disminuye el número de estímulos percibidos,
tanto los relevantes como irrelevantes.
3. Modelo del impacto del suceso: después de un suceso, si el
testigo dirige su atención hacia el estado emocional, almacenará poca
información. En cambio, si dirige su atención hacia el suceso, almacenará la
información principal.
**Credibilidad; primeramente, esta puede
definirse como la percepción que tiene el propio testigo sobre la exactitud de
un determinado evento. “. Sobral, en una aproximación
en relación con el Jurado, considera los siguientes factores como elevadores de
la credibilidad:
a) Sesgos de respuesta del testigo:
• Aparente seguridad del testigo (importante en los careos).
• Prestigio: social o económico.
• Vestimenta: posible reflejo de lo anterior; hoy, en duda.
• Atractivo físico.
• Extroversión: sujetos habladores, gesticulantes, amistosos.
• Actitud de relajación: la ansiedad se equipara a menor
credibilidad.
• Contacto ocular con quien interroga.
b) Información sobre las condiciones de la observación. En términos
generales, los jurados tienden a subestimar la influencia de las condiciones de
la observación (…). Sin embargo, esto no ocurre cuando dicha información sobre
las condiciones se ofrece al Jurado separada de otras informaciones y por
expertos independientes (Lindsay, citado por Sobral).
c) Impacto de los testimonios no identificadores y de los
inconsistentes. Se ha postulado que una vez oído un testimonio identificador,
la desacreditación del testimonio no devuelve a los jurados al mismo nivel
previo; de esta manera, se postula que es posible que el mero hecho de ser
juzgado ya introduzca un prejuicio de culpabilidad.” (Luis Miguel Querejeta, 1999).
*Testimonio del Niño; este sigue siendo un área
estigmatizada por las ideas de que el niño es un testigo impreciso, debido a su
edad y capacidad de memoria, además de que es sugestionable y manipulable. “La exactitud del testimonio de un niño es función de dos variables,
principalmente:
a) La edad: de manera que los principales resultados de las
diferentes experiencias señalan que:
– No se aprecian diferencias entre niños de 10-11 años y adultos.
– Los niños mayores ofrecen mejores resultados que los peque1ños,
pero esta diferencia se plasma en cuestiones cuantitativas (cantidad) y no
cualitativas (calidad).
b) La técnica de interrogatorio: los resultados son
significativamente mejores cuando se utiliza el recuerdo libre, frente a la
entrevista estructurada; es decir, cuando se deja al niño que cuente libremente
lo que observó, en lugar de hacerle preguntas específicas” (Luis Miguel Querejeta, 1999).
Bibliografía
“Manejo
de Conflictos”. Certificación en Psicología Forense.
“Validez
y Credibilidad del Testimonio, La Psicología Forense Experimental”. Luis Miguel
Querejeta. 1999.
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