Wednesday, October 30, 2013

Perfiles Criminales... la Psicología detras del Delito

“Nada es más fácil que detectar a un malhechor; nada es más difícil que entenderlo” Dostoievski.

Si bien, en el tema anterior desarrollé el tema de Perfiles Criminales, su utilización y la forma de elaboración, debo decir a este momento que, posiblemente es la técnica pericial mejor conocida por la sociedad, pero también debe considerarse que no siempre puede llegar a ser eficaz, por ejemplo, las dependencias de justicia y policiales de nuestro país, por mucho tiempo han trabajado con perfiles nunca actualizados, lo que lleva a la detención de un mismo tipo de personas, que si pueden o no tener antecedentes o responsabilidad en el suceso cometido, no podemos asegurar que esta consigna siempre se va cumplir, así que, antes de iniciar con esto, quiero decir que si bien en algunos perfiles se refieren rasgos generales, en algunos casos como el homicidio en serie y el narcotráfico, se dispone de casos especiales, pues estos, son todavía más inexactos que el resto.
Ahora pues, dejo a su criterio las siguientes cuestiones… ¿Debemos utilizar un perfil actualizado para la correcta detención y ubicación de posibles sospechosos? O ¿Es solo una herramienta que nos permite estudiar al delincuente en forma exclusiva y sin llevar a otros casos la perfilación?

Robo
 Lo importante desde el punto de vista psicológico con relación al delito de robo, es encontrar las motivaciones que llevan a un sujeto determinado a esta conducta:
 -         Robo de artículos básicos necesarios para la supervivencia, conocido como robo de famélico. La motivación en este caso nace de las carencias primarias inmediatas que sufre el sujeto.
 -         Robo como forma de disminuir la ansiedad, conocido como robo cleptómano. La característica esencial de la cleptomanía es la dificultad recurrente para controlar los impulsos de robar cualquier objeto, aun cuando no sea necesario para el uso personal o por su valor económico. El individuo experimenta una sensación de tensión creciente antes del robo, seguida de bienestar, gratificación o liberación cuando lo lleva a cabo. El robo no se comete para expresar cólera o por venganza, ni aparece como consecuencia de una idea delirante o una alucinación y no se explica mejor por la presencia de un trastorno disocial, un episodio maníaco o un trastorno antisocial de la personalidad. Los objetos son robados a pesar de que tengan poco valor para el individuo, que tendría medios para adquirirlos y que con frecuencia se desprende de ellos o no los usa. A veces el individuo acumula los objetos robados o los devuelve inesperadamente. Aunque las personas con este trastorno evitarán robar cuando  sea probable una detención inmediata, no planifican los robos ni toman las medidas adecuadas para evitar las  posibilidades de detención. El robo se comete sin la asistencia o colaboración de otras personas. Por lo general, el sujeto tiene el dinero para pagar la mercancía y a veces el robo ocurre durante las compras de otros objetos que paga de la manera normal. Algunos individuos sienten más tarde remordimientos y vergüenza, y si los detiene la policía experimentan depresión y autodenigración.
 -         Robo de mercancía por su valor y su utilidad o robo antisocial. Este tipo de robo es el que encontramos de manera más común. Las motivaciones que tiene el sujeto para la comisión de este delito, responden al intento del sujeto de ascender económicamente, sólo que esta necesidad social tan generalizada en la cultura capitalista, en relación con la falta de juicio social, les hace tomar rumbos que salen de la normatividad. Parece como si la idea central del sujeto es “El fin justifica los medios” y dichos medios no tuvieran limitaciones. Es decir, el sujeto antisocial, con tal de llegar a obtener los valores económicos que desea, libra todos los obstáculos, humanos o materiales, regularmente en forma agresiva e impulsiva, ignorando las consecuencias personales o ajenas. Incluso puede llegar a la violencia física o al homicidio si la persona a la que roba se opone a sus fines. Es importante que el aspirante a Policía Judicial conozca el grado de peligrosidad potencial que tiene este tipo de delincuente, ya que su actuar es consciente, desenfrenado y no le interesa ni siquiera la propia integridad física.
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Fraude
Comete el delito de fraude el que engañando a uno o aprovechándose del error en que éste se halla se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido. Entre sus motivaciones podemos encontrar:
-         Desde el punto de vista de la personalidad, el sujeto capaz del engaño, debe tener la habilidad de “convencimiento”, por lo que sus actitudes, vestimenta, identificaciones (en caso de requerirlas) y vocabulario deben ser acordes con el nivel socioeconómico en el que comete sus actos. Pero la característica especial que determina al defraudador es la habilidad para involucrar a la víctima haciéndole creer que obtendrá una ganancia económica o algún beneficio de otro tipo. Para lograrlo, es necesario que además de tener un coeficiente intelectual elevado, el delincuente tenga la capacidad de auto convencimiento, de cambiar ciertos rasgos de su personalidad, es decir, que tenga rasgos histriónicos que le permitan llevar sus fantasías a la realidad y algunos de personalidad antisocial, omitiendo por supuesto, la agresividad manifiesta. Es decir, la motivación para la comisión de este delito es la de apoderarse de bienes materiales, tal como en el robo antisocial, sustituyendo la violencia con la habilidad y la inteligencia.
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Violación y Abuso Sexual
La variabilidad de las motivaciones que puede tener un sujeto para cometer este acto es tan amplia, que se han estratificado para describir conductas generales y tipologías cercanas a lo que con mayor frecuencia se ha observado.
-         Prepotencia como confirmación de virilidad. El objetivo de la agresión es confirmarse a sí mismo de su masculinidad (tiene dudas de su virilidad). En su modus operandi podemos distinguir las siguientes características: emplea un mínimo nivel de fuerza, ataca a la víctima por sorpresa, dichos ataques generalmente ocurren entre la media noche y las 5:00 a.m.; la mayor parte de ellos se da en la vivienda de la víctima cuando esta se encuentra sola o con niños pequeños. Las motivaciones que aparecen en este tipo delincuencial, en razón de que obedecen a las dudas por la propia capacidad sexual en relación con lo socialmente aceptado, el delincuente imagina a la víctima como su amante, preseleccionándola mediante actividades de vigilancia o escudriñamiento, eligiendo regularmente a aquellas que están en un rango de edad similar a la del agresor o que no le parezcan amenazantes; la agresión se da cuando la víctima está a poca distancia de su vivienda o lugar de trabajo (territorial). Cabe mencionar que este tipo de violador es el único que vuelve a agredir a la misma víctima. Por lo general la agresión sexual puede terminar rápidamente, luego, el delincuente, puede dedicar cierto tiempo a conversar con la víctima; la disfunción sexual más comúnmente encontrada en esta tipología es la erección insuficiente. Este tipo de violador muestra más probabilidades de ponerse en contacto con la víctima después del ataque.
Características y rasgos del delincuente: el bajo concepto de sí mismo es el origen de sus conductas; presenta un físico no atlético; se siente escasa o nulamente satisfecho con su apariencia personal, sintiendo que no ha logrado todo lo que desea, sintiéndose fracasado; no se lleva bien con la gente, especialmente con las mujeres, prefiere la vida nocturna y los pasatiempos solitarios; por lo general no es casado, vive solo o con sus padres (por su torpeza social); si sale con mujeres, éstas son considerablemente más jóvenes; tiene fama de solitario; regularmente tiene trabajos que requieren poco o ningún contacto con otras personas.

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Exteriorización de la fuerza. El objetivo en esta tipología, es poner en relieve la masculinidad del violador. El modus operandi se caracteriza por: atrae a la víctima mediante métodos de engaño y es en ese momento cuando se presenta la agresión; la víctima es regularmente de la misma edad del violador; lo más probable es que haya conocido a la víctima momentos antes de la agresión; se vale de sus puños como armas para someter y mantener el control de la víctima; se muestra verbal y sexualmente egoísta, empleando un nivel de fuerza moderado; la agresión se produce generalmente lejos de donde el agresor vive o trabaja; la disfunción sexual que más comúnmente padece es la eyaculación tardía.
Características y rasgos del delincuente: le es necesario ser conocido como un “macho”: lo que más le importa es tener la reputación de ser “todo un hombre”, por lo que su físico es generalmente atlético o se siente muy orgulloso de él; se viste conforme a la imagen de macho de la zona; se le conoce como “rompecorazones”; suele salir con varias mujeres con las que presenta un historial de conflictos, tendiendo a usarlas; si está casado engaña a su esposa; no es un buen padre; y puede tener un historial policial por agresiones o lesiones (véase Trastorno antisocial de personalidad).

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La venganza airada. El objetivo en este tipo de conducta, es “cobrarse” injurias reales o imaginarias, castigar y degradar a las víctimas (regularmente mujeres). El modus operandi que se presenta no es específico, ya que puede producirse en cualquier momento del día o de la noche; se emplea fuerza en exceso, se presenta egoísmo verbal y sexual; las víctimas reúnen los estímulos necesarios para que brote la agresividad incontrolada, el simbolismo puede no aclararse hasta que se hayan producido varias; pasan un lapso relativamente breve con las víctimas (tiempo necesario para que se desahoguen los impulsos agresivos del momento); en virtud de la extrema agresividad mostrada, suele desgarrar las ropas de sus víctimas quienes regularmente son mayores que el agresor (es necesario identificar el simbolismo de las conductas que estimulan la agresividad); la disfunción sexual más comúnmente encontrada en estos sujetos es la eyaculación tardía.
Características y rasgos del delincuente: se muestra con fuerte tendencia a la soledad, a pesar de que mantiene relaciones con terceros, prefiere la compañía de sí mismo; carece del sentido del humor; puede abusar del alcohol u otras sustancias, lo que le ocasiona problemas con las personas vinculadas estrechamente a él; se muestra impulsivo, cambia de empleo constantemente; actúa sin medir las consecuencias; si tiene antecedentes policiales, éstos se relacionan con agresiones, por conducir en estado de ebriedad, daño en propiedad ajena, etc.

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Excitación airada. La finalidad de su conducta es infligir dolor físico y/o anímico a las víctimas. Su modus operandi denota mucha planeación, debido a las fantasías sexuales que genera la mayor parte del tiempo; se vale de medios para contener a la víctima, a menudo visibles; retiene a las víctimas horas o días; en general registra sus actividades; suele no revelar sus emociones durante la agresión.
Características y rasgos del delincuente: Suele ser expresivo, querido y amistoso, aunque con personalidad dominante; presenta un coeficiente intelectual alto y por lo menos cierta instrucción universitaria; aficionado a las actividades al aire libre; usa pero no abusa del alcohol o las drogas; colecciona material pornográfico, en especial sadista; su apariencia personal suele demostrar adecuada higiene; por las fantasías sexuales que presenta, el sujeto puede: o no tener ninguna actividad experimental sexual o mucha.

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El violador oportunista. Su objetivo es la satisfacción sexual; es accesorio a otro tipo de delito como por ejemplo el robo; el nivel de fuerza que utiliza es variable, generalmente mínimo; en general usa alcohol o drogas para reducir las inhibiciones. No es probable que vuelva a violar, por lo que es imposible trazar un perfil exacto.-         La violación en pandillas (tumultuaria). La agresión se convierte en un espectáculo deportivo que se realiza para obtener la aceptación de los demás miembros del grupo; generalmente hay mucha violencia y degradación de la víctima; los ofensores son presa de frenesí; para la identificación de los rasgos de personalidad del grupo, es necesario trazar el perfil del que lo dirige - siempre habrá un jefe-.
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Homicidio
Lo que resulta de suma importancia para la integración de un perfil de personalidad del sujeto homicida para su detención (más que en cualquier otro delito), es que el investigador distinga las motivaciones que ha tenido el delincuente para privar de la vida a una persona, ya que estas hablan de la conducta general del sujeto, su modo de vida común y las situaciones que lo llevaron a cometer el acto, todo lo anterior se refleja en el hecho investigado, es decir, toda conducta es simbólica del pensamiento. En toda conducta se infiere la forma de pensar del sujeto que la realiza. Esta situación debe ser aprovechada por el investigador para establecer las posibilidades de detección de un sujeto específico.-         Homicidio como consecuencia del robo o accesorio al robo. En este hecho la conducta de homicidio es secundaria, es decir, las motivaciones primarias del agresor están dirigidas a despojar de sus pertenencias, mediante la violencia generalmente, a la víctima, sin embargo, a juicio del delincuente se hace necesaria la aplicación de la fuerza que puede llegar hasta el homicidio. Obviamente las motivaciones para matar a la víctima responden al intento de “quitar de en medio” lo que se interpone entre el valor económico y quien lo quiere obtener, sin que aparezca algún tipo de afectividad hacia el agredido. Es por esta situación que en este tipo de homicidios encontrará el investigador lesiones tendentes a disminuir la resistencia de la víctima; por ejemplo, un sólo disparo, generalmente en tórax, un golpe en la extremidad cefálica; o signos de ahorcamiento producido desde la parte posterior de la víctima (en este tipo de lesiones producidas por los llamados chineros, será raro que se llegue al homicidio, ya que la víctima, mediante la presión en el cuello estará sometida). Cuando se sospecha o se comprueba que la víctima de homicidio ha dificultado la realización de acciones tendentes al lucro de alguna organización delincuencial, se deben tomar en cuenta las mismas motivaciones. -         Homicidio como resultado de un ataque sexual. En estos casos, se trata de conductas resultado de mecanismos complejos de pensamiento, por lo que cada caso en particular deberá ser analizado a profundidad. Sin embargo, se distinguen dos elementos importantes: 1) las motivaciones por las que se dio el ataque sexual 2) las motivaciones que tuvo el agresor para matar a la víctima.
A diferencia del homicidio como conducta accesoria, en esta clase de homicidios, el agresor sí tiene lazos emocionales con la víctima, que pueden ser desde superficiales (la excitación sexual per se es una emoción) hasta profundos (donde la relación entre víctima - victimario tiene algún tiempo). En este sentido, las lesiones infligidas pueden estar dirigidas a la excitación sexual que obtiene un sádico al hacer sufrir; por ejemplo: los estertores de muerte al momento de la eyaculación o, por otro lado, que el agresor, por miedo a ser reconocido por la víctima de abuso sexual, la mate.

La identificación de la víctima es un factor crucial para determinar la motivación, ya que el conocimiento del pasado de la víctima, su estilo de vida y relaciones nos pueden mostrar factores de riesgo por los que la víctima pudo haber sido agredida. El investigador debe preguntarse:
-         ¿Con quién vivía la víctima?-         ¿Quién fue la última persona que estuvo con la víctima?-         ¿Conocía la víctima a su agresor-         ¿Cuál era el estrato social de la víctima?-         ¿Por qué fue escogida ésta en particular?-         ¿Tenía la víctima una ocupación de alto riesgo (prostituta)?-         ¿Era la víctima indigente?-         ¿Tenía dónde dormir?-         ¿Trabajaba de noche?-         ¿Qué medio de transporte utilizaba y qué ruta?

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Secuestro
Comete delito de secuestro el que priva de la libertad a otro con el propósito de:
-         Obtener rescate.
-         Detener en calidad de rehén a una persona y amenazar de privarla de la vida o con causarle un daño, para que la autoridad o un particular realice o deje de realizar un acto cualquiera.-         Causar daño o perjuicio a la persona privada de la libertad o a cualquier otra.


Motivaciones:
En un secuestrador prima el interés por el dinero del rescate o su equivalente sobre cualquier otra consideración. Las tensiones y riesgos propios de la operación del secuestro, así como las del cautiverio, están sumidas bajo un interés y una motivación pertinente por obtener el pago del recate. Eso mismo le sirve al secuestrador para resistir y no ceder ni dejarse llevar por las súplicas y padecimientos del secuestrado, y hasta le facilita poder sacrificarlo a sangre fría en caso de ser necesario. Aunque el rescate suele ser negociable, la modalidad de éste y su cantidad son susceptibles de modificarse siempre y cuando las opciones alternativas ofrecidas sean equivalentes para los secuestrados.
Tratar de comprender el perfil psicológico de un secuestrador, supone hacer abstracción momentánea de las razones y justificaciones que el plagiario tiene para explicar su conducta. Los secuestradores dan cuenta de su comportamiento aduciendo razones políticas; otros, motivos personales como por ejemplo cuando se trata de venganzas, y otros expresan que se vieron compelidos a hacerlo por una situación económica precaria. Razones que independiente de su validez esconden también un modo de ser con ciertas características.
El plagiario es alguien que analiza a la víctima potencial en sus hábitos personales y familiares, organiza la operación de secuestro y el sitio de cautiverio y sopesa los riesgos del plagio antes de llevarlo a cabo.
Para analizar el perfil psicológico del secuestrador, se tendrá en cuenta la propuesta de clasificación hecha por Knutson. Él divide a los secuestradores en dos, unos que son renuentes a secuestrar y otros que lo hacen deliberadamente (Knutson, 1980). Los primeros nunca desarrollan procesos psicológicos para deshumanizar a sus víctimas, siempre ven a los secuestrados como personas con miedo, desamparados, tienen en cuenta que son padres de familia y se conmueven cuando piensan en lo que le podría pasar a los hijos y la esposa del secuestrado si éste llegase a morir.
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Homicidio en Serie
El término se refiere a los actos de homicidio sexual reiterados en los que se observa un mismo modus operandi que responde a motivaciones relacionadas con la satisfacción sexual sádica. Para cada caso de homicidio serial, la identificación específica de las motivaciones será simbólica de las fantasías del homicida, en relación con la incapacidad de considerar a sus víctimas como seres humanos. En cambio, las considera como objetos para ser utilizados.
El examen psiquiátrico general de los delincuentes sexuales seriales nos ha demostrado que el grupo mayoritario (80 al 90 %) no presentan signos de alienación mental franca, es decir, que son jurídicamente imputables. De ellos, la inmensa mayoría está compuesta por individuos con trastornos de la personalidad, como antisociales y/o sexópatas con o sin perturbaciones sexuales manifiestas, ya sea disfunciones sexuales y/o parafilias.
Sólo algunos de este grupo, (excepción) se ha visto que presenten alteraciones neuróticas sobre todo de tinte obsesivo-compulsivas. El grupo minoritario, (10 al 20%) está compuesto por individuos que presentan graves problemas de personalidad de características psicóticas enajenantes, es decir, jurídicamente inimputables.
La creencia de que el delincuente serial actúa siempre impelido por fuertes deseos sexuales, se ha visto desacreditada en la actualidad, al menos como explicación genérica. Otro tanto ocurre con la aseveración consistente en calificar a los agresores sexuales seriales como enfermos mentales alienados.
La ausencia de enfermedad mental alienante sobre todo en los violadores es habitual, y por lo general, lo que se observa son individuos con conductas aprendidas en el marco de una socialización deficitaria.

Debemos distinguir el desviado sexual (parafílico) del delincuente sexual (transgresor de normas jurídicas).

Monday, October 28, 2013

Evaluación de Peligrosidad y Perfiles Criminales

Para poder comprender el diagnostico de peligrosidad de un criminal, primeramente debemos entender que esta, es el pronóstico o tendencia de una persona a cometer un delito, generalmente evidenciada por su conducta antisocial, y que es determinada por diferentes aspectos, es decir, son diversos especialistas (psicólogos, sociólogos, criminólogos, etc.) los que pueden aportar un reporte o informe a las autoridades correspondientes que lo soliciten; el fin último del mismo, dependerá del proceso que se vaya a realizar, una reducción a la condena, la autorización de libertad condicional, etc.
Este diagnóstico, no debe ser tomado como una actividad fácil, pues la predictibilidad de la conducta humana no es exacta, y el concepto de “peligroso”, debe ser remitido a la capacidad de cometer delitos, pues en ocasiones, este término suele responder a la subjetividad de los sujetos. En el análisis psicológico de la peligrosidad es normal que se analicen dos cuestiones: la personalidad, tomando en cuenta los diversos factores que la componen, y la posibilidad para delinquir que el contexto le proporciona al sujeto; pese a esto, los elementos valorativos son reducidos jurídicamente a:
**Nocividad; que se refiere al nivel de desviación, daño y apasionamiento que puede tener la conducta del sujeto a la hora de cometer un delito.
**Motivación e Intimidación; la primera hace referencia a la adquisición de la norma social sobre el premio – castigo; la segunda se basa en la capacidad del sujeto para modificar su conducta según los castigos que se le impongan.
“Una alta nocividad unida a bajos niveles de intimidación y motivación por la norma, se dan en la persona inadaptada socialmente (…)” (Enrique Esbec Rodríguez, 2003).
¿Debemos hablar de adaptados o inadaptados?... En general, podemos decir que los criminales pueden ser ambos, si bien la mayoría de estos se encuentran en lo que la sociedad considera como desviado, una conducta no aceptable, y pueden llegar a cambiar estos dentro de las instituciones penitenciarias, logrando una “adaptación” y dejando de lado la criminalidad, aprendiendo una profesión en su estancia carcelaria, por ejemplo; el resto no puede conducirse de una manera aceptable en sociedad, son inadaptados ante los ojos de la sociedad, lo que no podemos apreciar a simple vista, es que pueden lograr ser muy adaptables, pueden aparentar una corrección y correcta reinserción, pero siempre tendrán la oportunidad de volver a delinquir, en estos casos, las instituciones penitenciarias, crean mejores delincuentes. Para ejemplificar esto, a continuación describiré un caso real, acontecido en España, un hombre con excelente conducta dentro de la penitenciaria, pero que, durante el permiso que se le da para salir de la este centro, vuelve a atacar…




Lo anterior deja material para poder elaborar el otro tema que se pretende desarrollar en este trabajo, ¿Qué es un perfil criminológico? ¿Cuál es su función vital?...
Debemos comenzar diciendo que la mayor parte de la información obtenida del lugar del crimen, la dinámica con la que se desarrolló el crimen (basada en la probabilidad, no en la exactitud)  y el estudio de la víctima, nos ayuda a crear un perfil psicológico del criminal; una técnica muy popularizada y que la mayoría de los investigadores pueden usar para capturar al delincuente. Básicamente, con la elaboración de este instrumento se busca el reducir el número de sospechosos, identificar y enlazar diferentes crímenes cometidos (aun cuando no parezcan realizados por la misma persona), también nos ayuda a crear estrategias de investigación (por ejemplo, que lugares mantener vigilados y que tipo de víctima es la que busca el criminal), así como proveer técnicas adecuadas para el interrogatorio del detenido, es decir, según el tipo de criminal, será la forma en que se procederá durante la interrogación, por ejemplo, no fueron los mismos procedimientos utilizados en la captura de los famosos asesinos “Chikatilo” y “Ted Bundy”.
Además de lo mencionado, no debemos olvidar que el perfil nos ayuda a conocer que la escena del crimen refleja la personalidad del autor, el modus operandi y la firma son poco variadas y que la personalidad del delincuente no cambia; básicamente refiero que al conocer la forma de actuar del sujeto, podemos establecer cuáles pueden ser sus motivaciones y así, deducir la fantasía que lo lleva a cometer el ilícito; aunque esto puede volverse complejo, como ejemplo, no podemos dejar de lado el caso del Zodiaco, quien con sus múltiples formas para matar a sus víctimas, prácticamente dejo a la autoridad sin posibilidades de identificarlo, mucho menos detenerlo.
**Perfil Criminal Inductivo, se traza el perfil del delincente desconocido a partir de características conductuales y demográficas compartidas por otros criminales estudiados en el pasado y que encajan con el mismo patrón de conducta del sujeto que se está persiguiendo.
**Perfil Criminal Deductivo, se realiza un análisis exhaustivo de la escena del crimen, de la victimología y de los datos proporcionados por la policía científica para deducir las características psicológicas y conductuales del criminal.
La técnica de elaboración de perfiles se nutre de los resultados tanto del método clínico como del estadístico. Estas dos aproximaciones no son incompatibles y, por el  contrario, pueden co-existir aportando datos provenientes tanto del análisis de casos individuales como de la comprobación empírica.
En la metodología clínica, la persona o equipo encargado de elaborar el perfil estudia casos individuales y los compara con su experiencia acumulada –que supone muchos estudios de caso analizados-. El procedimiento es similar al empleado para hacer diagnósticos clínicos: se basa en la tradición de la psiquiatría forense y de la psicología clínica. Los profesionales usan criterios que varían en función de su conocimiento sobre la personalidad, los trastornos psicológicos y, en general, de su formación para explicar la  conducta. Esta aproximación es diagnóstica y corresponde con la lógica deductiva en la que a partir de la observación de detalles del crimen se infiere e interpreta la personalidad del agresor.
El enfoque estadístico se basa en los conceptos y métodos de la psicología experimental. En él, se formulan hipótesis que se someten a prueba mediante análisis estadísticos (Garrido, 2000). Este procedimiento corresponde con la lógica inductiva, en la que es necesario tomar información de varios casos y probar hipótesis sobre la co-ocurrencia de varias características.
Ahora bien, ¿Cuál es la estructura de un perfil criminológico?...
Perfil
1. Correspondencia del delito analizado con una cadena de crímenes similares
2. ¿Diferentes delitos corresponden a un mismo delincuente?
3. ¿El delincuente actuó en solitario o con la complicidad de otras personas?
4. Características demográficas del delincuente:
4.1 Edad
4.2 Sexo
4.3 Nivel educativo
4.4 Ocupación
4.5 Estado civil
4.6 Procedencia
5. Características físicas
5.1 Peso
5.2 Estatura
5.3 Defectos o marcas que llamen la atención
6. Antecedentes delictivos
6.1 Historia de delitos anteriores
6.1.1 En el mismo delito analizado
6.1.2 En delitos diferentes al analizado
7. Características psicológicas
7.1 Motivación: ¿qué busca con el crimen?
7.2 Evidencia de una patología
7.3 Inteligencia
7.4 Nivel de autocontrol
7.5 Nivel de impulsividad
7.6 Características familiares
7.7 Estrategias de interacción social
7.8 Historia sexual (en el caso de delitos sexuales)
8. Relación con la víctima
8.1 Conocidos
8.2 Desconocidos
9. Ubicación geográfica
9.1 Zona probable donde reside.
9.2 Zona probable donde trabaja.
9.3 Probables rutas o trayectos
10. Predicciones sobre un nuevo crimen
10.1 ¿Volverá a atacar?
10.2 Características de las víctimas que volverá a atacar
10.3 Tiempo promedio que dejará pasar antes de volver a atacar
10.4 Lugar de un próximo ataque
10.5 Modificaciones probables en su modus operandi
11. Predicciones de su comportamiento respecto a la investigación
11.1 ¿Estará al tanto de la información sobre el caso?
11.2 Probabilidad de que se involucre en la investigación, como testigo, por ejemplo.
12. Recomendaciones para el caso
12.1 Publicación y empleo de la información del perfil:
12.1.1 Ocultar la información del perfil
12.1.2 Publicar el perfil



Luz Anyela Morales, La Técnica del Perfil en la Investigación Criminal, 2003.
Enrique Esbec Rodríguez, Valoración de la Peligrosidad Criminal (Riesgo – Violencia) en Psicología Forense. Aproximación Conceptual e Histórica, 2003.

Personalidad... Funcionalidad y Trastorno

En este trabajo se analizara las cuestiones que giran en torno a la personalidad y sus trastornos, el cómo afectan la vida del sujeto y aun mas importante, el tipo de tratamiento que puede recibir cada tipo de personalidad.

Comenzaré pues, definiendo el concepto de personalidad, basándome en el DSM – IV, de esta manera se podría decir que la personalidad consta de rasgos, “que son patrones persistentes que influyen en la forma de percibir, relacionarse y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y personales”. Estos rasgos solo constituyen trastornos cuando son inflexibles y desadaptativos, es decir, causan un deterioro en la funcionalidad del sujeto, o bien, causan un malestar subjetivo.
Si bien se debe tomar en cuenta los patrones que el sujeto muestra, también debemos tener en cuenta todo un marco contextual del sujeto, es decir, los antecedentes étnicos, culturales y sociales de la persona; que no deben ser confundidos con problemas asociados a la adaptación de una cultura diferente que se da tras la migración o con la expresión de hábitos, costumbres o valores religiosos o políticos pertenecientes a la cultura del sujeto; además de esto, se debe tomar muy en cuenta, que su personalidad no se vea afectada por cuestiones de una enfermedad médica o el consumo de algunas sustancias.
Otro punto a considerar, es que existen ciertos tipos de personalidad que pueden ser encontrados con más frecuencia en hombres, y otros son más frecuentes en mujeres; mismo punto en el que debemos tener en cuenta que la observación y análisis del sujeto, no sea interferido por estereotipos sociales acerca de los papeles y comportamiento típico de cada sexo.
Tomando lo anterior en cuenta, y basándonos en el DSM – IV, para poder determinar un trastorno de la personalidad, debemos tomar en cuenta:
-- Un patrón permanente de experiencia interna y comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, ya sea de manera cognitiva (forma de percibir e interpretarse a sí mismo, a los demás y a los acontecimientos), afectiva (intensidad, labilidad, adecuación de respuesta emocional), interpersonal o de control de impulsos.
-- El patrón anteriormente descrito es inflexible y se extiende a todas las situaciones personales y sociales del sujeto.
-- El patrón genera malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
-- El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta.
Ahora bien, una forma de poder clasificar y diagnosticar los rasgos de personalidad, sean funcionales o trastornos, es la siguiente:

-- Paranoide; la característica esencial de este trastorno es un patrón de desconfianza y suspicacia general hacia los otros, de forma que las intenciones de estos, son interpretadas como maliciosas. Este tipo de personalidad tiende a dar por hecho que los demás se quieren aprovechar de ellos, que quieren hacerles daño o engañarlos, aun sin tener pruebas que apoyen sus argumentos.
Su tratamiento es difícil debido a que las personas sienten extrema desconfianza con los médicos o terapeutas, en caso de ser aceptados por el sujeto, se recomienda la combinación de fármacos y psicoterapia.

-- Esquizoide; este tipo de personalidad suele caracterizarse por un patrón de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en las relaciones interpersonales. Este tipo de sujetos no muestra tener deseos de intimidad, parecen indiferentes a las oportunidades de establecer relaciones personales y no parece satisfacerles la idea de formar parte de una familia o grupo social. En otras palabras, prefieren usar el tiempo en ellos mismos realizando actividades preferentemente solitarias; además de mostrarse indiferentes ante los halagos o criticas de otros, y muestran una frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento afectivo.
Estos sujetos rara vez buscan tratamiento, de manera que no se sabe qué tipo de tratamientos puedan funcionar; es posible que la psicoterapia no sea efectiva debido a la poca capacidad para relacionarse con otras personas. Un método utilizado con estas personas es el poner una menor exigencia para la intimidad o cercanía emocional, debido a esto, tienden a mejorar sus relaciones enfocadas en la expectativa o actividad laboral o intelectual.

-- Esquizotípico; la característica esencial de esta personalidad es un patrón general de déficit social e interpersonal, caracterizado por un malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones  cognitivas, perceptivas y excentricidades del comportamiento. Por lo general son personas supersticiosas, sienten tener un poder especial para predecir eventos o leer los pensamientos.
En este tipo de sujetos, la psicoterapia es una parte importante del tratamiento; la orientación en destrezas sociales les puede ayudar a alagunas personas a hacerle frente a situaciones de la vida social. También pueden agregarse los fármacos para reforzar los efectos en el sujeto.

-- Antisocial; la característica esencial de esta personalidad es un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás, mismo que da inicio en la infancia o adolescencia y continúa en la edad adulta. Estas personas no logran adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal; suelen engañar o manipular para obtener lo que desean, son impulsivos y sus actos no son pensados (así como las consecuencias), por lo que no piensan en su seguridad o la de otros; son irresponsables y no tienen remordimientos.
Dado sus características, estos sujetos son difíciles de tratar, ya que rara vez buscan ayuda por su cuenta e inician terapias cuando una autoridad legal se los obliga. Los tratamientos conductuales de recompensa y castigo suelen tener una mejor respuesta en el sujeto, aunque el uso de psicoterapia no está exento;

-- Limite; esta personalidad se caracteriza por un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad, así como una notable impulsividad. Estos sujetos idealizan y devalúan rápidamente a las personas con las que conviven; pueden cooperar con otros con el fin de que estos, satisfagan sus necesidades, muestran una serie de intentos o amenazas de suicidio y automutilación, tienen sentimientos de vacío y suelen tener dificultades para controlar la ira.
En este tipo de personalidades, los tratamientos donde se combina la  psicoterapia con medicamentos (reducción de ansiedad e impulsividad) han mostrado una mejor respuesta, aunque el uso de los fármacos no corrigen el carácter, donde entra en juego la psicoterapia a largo plazo y la terapia grupal, y aunque el tratamiento aparente ser difícil, con el tiempo, la mayoría de las personas logra tener una mejor funcionalidad.

-- Histriónico; la característica principal de esta personalidad es una emotividad generalizada y excesiva y muestran un comportamiento de búsqueda de atención. Los sujetos con esta personalidad, no se sienten cómodos cuando no son el centro de atención; son vivaces, dramáticos, suelen ser provocadores o seductores; pueden ser fácilmente influenciados por los demás y por las modas del momento.
Este tipo de personas a menudo buscan tratamiento cuando experimentan depresión o ansiedad por relaciones sentimentales fallidas u otros conflictos con personas; y aunque la psicoterapia es el mejor tratamiento, no se descarta el posible uso de fármacos.

-- Narcisista; la característica principal de esta personalidad es un patrón general de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía. Estas personas suelen sobrevalorar sus capacidades y exagerar sus conocimientos y cualidades y suelen desvalorizar la participación de los demás. También suelen pensar que solo los pueden comprender o pueden relacionarse con otras personas que son especiales, atribuyéndoles cualidades de únicos, especiales o de tener un talento; saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas, frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian y tienen comportamientos o actitudes arrogantes o soberbias.
En sujetos con este tipo de personalidad, el uso de la psicoterapia puede ayudar a que se relacionen con otros de una forma más positiva y compasiva.

-- Evitación; esta personalidad se caracteriza por un patrón general de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa. Estos sujetos evitan actividades interpersonales con el fin de evitar la crítica, desaprobación o rechazo, se ven a sí mismos como ineptos socialmente, se sienten poco interesantes e inferiores y no corren riesgos personales ni se implican en actividades debido a que pueden ser comprometedoras.
El tratamiento recomendado para estos sujetos, es el uso de psicoterapia, con el fin de que la persona tenga menor sensibilidad al rechazo; además, se puede combinar con antidepresivos, lo que reforzaría los efectos de la terapia.

-- Dependencia; la característica de esta personalidad es una necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellos, son sumisos y sufren temores de separación, esto debido a que se sienten incapaces de funcionar adecuadamente sin la ayuda de los demás. Son sujetos con poca capacidad para tomar decisiones, son pasivos y permiten que otros decidan en su vida; tienen dificultad para expresar el desacuerdo con otras personas, no pueden iniciar proyectos o hacer cosas a su manera, suelen realizar tareas desagradables para conseguir apoyo o protección; al terminar una relación buscan iniciar otra rápidamente y tiene un miedo no realista de abandono y que tenga que cuidarse a sí mismo.
En cuanto al tratamiento, la psicoterapia se considera la más efectiva, con el objetivo de ayudar a que estas personas logren tomar decisiones de manera independiente; también se puede recomendar el uso de fármacos con el fin de reducir la ansiedad o la depresión, que pueden ser síntomas asociados.

-- Obsesivo – Compulsivo; la característica de este tipo de personalidad es una preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal. Estos sujetos intentan mantener el control por medio de diversos métodos, perdiendo el objeto principal de actividad; se dedican excesivamente al trabajo y productividad; son tercos, escrupulosos e inflexibles en temas de moral, ética o valores; no pueden deshacerse de objetos que no utilizan, le cuesta delegar tareas (a no ser que sigan sus reglas), son avaros con ellos y los demás y son rígidos y obstinados.
El tratamiento de estos sujetos incluye el uso de fármacos para reducir la ansiedad y depresión;  además, se piensa que la psicoterapia es el tratamiento más efectivo, aunque de manera general, se recomienda la combinación de ambos tratamientos para intensificar los resultados en el sujeto.