Tuesday, October 1, 2013

Evaluación e Intervencion Psicoterapéutica (1era Parte)

En este trabajo abordaré dos temas indispensables en la participación del psicólogo en el ámbito de Atención a Víctimas, la Evaluación Psicológica y su repercusión en el ámbito legal, y la Intervención que debe realizar el profesional para poder ayudar a la víctima a superar el acontecimiento que le colocó en esa posición.


Evaluación Psicológica
Es bien sabido que la Evaluación Psicológica cuenta con un factor en común, tanto en el ámbito clínico, como en el forense, en lo que respecta a su realización, esta es, la valoración de la salud mental del sujeto. A pesar de esto, podemos encontrarnos con grandes diferencias, que son las principales que marcarán el curso de cada una.
Comenzaré pues, haciendo mención de las diferencias que nos podemos encontrar en cada una de estas áreas de la Psicología. Primeramente debemos mencionar que a lo largo de esta “Ciencia”, se han ido realizando grandes aportaciones al marco teórico de la misma, lo que nos permite realizar aproximaciones mas exactas (y a veces muy superficiales y casi “chamanicas”) a la realidad de cada sujeto, sin embargo contamos con algunas herramientas psicométricas con una buena estandarización a la población a la que procederemos a evaluar y que nuevamente, nos aproximan a la realidad del sujeto; pesé a esto, debemos tomar en cuenta que la clínica y la forense, no se manejan de igual manera.

El objetivo de la aplicación de las pruebas estará precedido por el motivo por el cual llega a nosotros el sujeto. En el área clínica se cuenta con una perspectiva de poder realizar un diagnostico y tratamiento a la persona evaluada, en cambio, en el ámbito forense, la aplicación de las pruebas es solicitada por una autoridad, es decir, una entidad judicial, por lo que de aquí se desprende la primera diferencia, aun siendo psicólogos, solo se nos necesita para hacer una aproximación a la realidad y conducta del sujeto, más no se nos solicita la elaboración de un tratamiento, puesto el que trabajo realizado servirá para la toma de decisiones del juez/fiscal en relación al caso y a la participación del presunto culpable, o las secuelas psicológicas ocasionadas en la víctima por el delito que ha sufrido.

Otro punto que debemos tomar en cuenta es la participación del sujeto para con el psicólogo, por la misma solicitud realizada por una autoridad, debemos ser muy precisos en la forma en que se va a realizar la evaluación. En el ámbito clínico contamos con poca resistencia por parte del paciente para la realización y recabación de información, por la misma razón implícita de que es algo que le beneficiara, en cambio, en aspectos forenses, el sujeto se nos presenta con una alta resistencia, probablemente con una negación para la realización del trabajo solicitado y en ocasiones, la posibilidad de que las pruebas que hemos seleccionado ya le han sido aplicadas; es por esto que, a pesar de todo, en ambos casos, la entrevista sigue siendo el método base para la realización del peritaje.

Estos trabajos realizados, en ambos casos, son de gran utilidad e importancia, ya sea para orientarlo a un proceso psicoterapéutico, o bien, la participación en aspectos legales para proporcionar más pruebas para la decisión final de determinado caso. Sin embargo, gran parte de las pruebas utilizadas por ambas partes, no cuentan con una estandarización, confiabilidad y validez, aspectos importantes que ponen a una prueba por encima de las proyectivas; HTP, TAT, Hombre bajo la Lluvia, entre otras, cuentan con un marco aun más subjetivo e interpretativo, mismo que puede sesgar cualquier trabajo, o puede ser atacado por la misma razón, sin embargo, estos aspectos poco tangibles pueden ser “salvados” cuando se integra la conducta presentada por el sujeto, es decir, hay conductas que el sujeto presunto culpable o la víctima presentará, en el caso de los afectados, el bien conocido “Estrés Postraumático”, que le provocará al sujeto una alteración en su estilo de vida, y es posible que todo el trabajo realizado en el ámbito forense sea “salvaguardado” por un aspecto que el “Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales – DSM” integra en su evaluación multiaxial.

El eje 5 está basado en la “Escala de Evaluación de la Actividad Global – EEAG”, donde se puntúa la actividad psicológica, social y laboral del sujeto, tomando en cuenta la continuidad del proceso salud – enfermedad, donde debemos considerar que el sujeto este equilibrado en todos sus aspectos; la evaluación psicológica en el ámbito legal se encuentra en desarrollo, aun se puede prescindir del trabajo del psicólogo en algunos casos cuando los términos del peritaje son inconclusos, la integración de esta profesión en aspectos legales ha sido a mi parecer, más difuso, incluso el Psicólogo Forense no cuenta con un Código Ético, se sigue rigiendo por aspectos que abordan aspectos Educativos, de Investigación, Clínicos y otros más,  para la conducción de sus labores.

Bibliografía:
La Evaluación Psicológica Forense frente a la Evaluación Clínica: Propuestas y Retos de Futuro (Echeburúa, Enrique; Muñoz, Jose Manuel; Loinaz, Ismael; International Journal of Clinical and Health Psychology, 2011)
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales – DSM IV

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