Monday, October 28, 2013

Alteraciones por Sustancias... Comisión de Delitos

En la actualidad, y desde hace cerca de 20 años, hemos notado el incremento de la comisión de delitos, los cuales, en algunas ocasiones, podemos comprobar que tienen una relación con el consumo de sustancias que alteran los procesos cognitivos de quien los ha ingerido, y que se debe mencionar, no necesariamente son realizados para el tráfico de drogas. La delincuencia no tiene distinción de genero ni edad, pero el consumo de drogas podemos verlo con mayor precisión entre los adolescentes, jóvenes de 12 a 18 años que se pueden involucrar en dos problemas al mismo tiempo, es decir, la realización de actos delictivos debido a la influencia de sustancias adictivas, sean legales o no. Para esto, debemos tomar en cuenta todos los factores que pueden influir en el sujeto, como la sociedad y el entorno en el que se desenvuelve, dentro de los cuales, los mayores problemas llegan a ser la desintegración familiar, el nivel económico y por último y más importante para este tema, el incremento del consumo de sustancias, además de que cada vez es más fácil conseguirlas.

De acuerdo con Jiménez (2005), las actividades ilegales se manifiestan con énfasis en la adolescencia, y la delincuencia alcanza su punto máximo en los jóvenes de entre 13 y 15 años. Además, es esta la edad en la que inician el consumo de sustancias adictivas, como el alcohol, tabaco, marihuana y cocaína, entre otras. Jiménez (2005) también indica que los adolescentes usan estas sustancias como una forma de experimentar emociones nuevas y sentir la sensación de ser indestructibles ante los problemas que otros experimentan.
Deitch, Koutsenok y Ruiz, (2000, en Stevens, Trace y Bewley-Taylor, 2004) señalan que de todos los delitos cometidos, del 60% al 80% están relacionados con el consumo de drogas. Respecto a la relación que hay entre las actividades delictivas realizadas por los adolescentes y consumo de alguna sustancia adictiva, los principales problemas son los suscitados con la policía mientras consumían bebidas alcohólicas o alguna otra droga ilegal (Villatoro, et al., 2002). Otros problemas que se asocian entre el consumo de drogas y la delincuencia están el homicidio, violencia (peleas, agresiones verbales o físicas, etc.), intentos de suicidio, abuso sexual, vandalismo, robos, daños a propiedades, conducir intoxicado o llevar a cabo labores de riesgo (IOM, 2004).

El alcohol es una de las sustancias más involucradas a la comisión de delitos, y es la que más afecta al sujeto a largo tiempo, pues genera daños en el área fisiológica, conductual y cognitiva, además de sumar la poca resistencia y los mecanismos débiles de la estructura psíquica del sujeto para controlar sus impulsos y el alcohol con prudencia. Algunos de los problemas que están asociados con el consumo de alcohol están los accidentes de tránsito, que son una importante causa de muerte y discapacidad entre los jóvenes. También se relaciona con muertes en la juventud por ahogamiento, incendio, suicidio u homicidio (Montero, 2007), violencia, abuso sexual, comportamiento sexual de riesgo, vandalismo, asalto a mano armada, robos y daños a la propiedad (IOM, 2004). Este consumo de alcohol, también se relaciona con la tercera parte de todos los hechos delictivos y violentos y entre el 20% y el 25% de las muertes por accidentes (García, et al., 2004). Además, estas consecuencias son peores en aquellos que comienzan a beber tempranamente (IOM, 2004).

Con relación en el consumo de drogas ilegales, en nuestro país 215,634 adolescentes entre 12 y 17 años (167,585 varones y 48,049 mujeres) han consumido drogas ilegales alguna vez en la vida. El índice mayor de consumo se observó entre los varones de 18 a 34 años. De este grupo de usuarios, sólo el 55.3% continúa usándola en el último año y de éstos, un 37% las ha usado en el mes previo a la encuesta (Villatoro, et al., 2002). En un estudio realizado por Tapia-Conyer, Kuri, Cravioto, Cortés y Galván (2002), en diversas instituciones (ej. CIJ, Centro Tutelares de Menores Infractores, instituciones de salud y de procuración de justicia, e información de encuestas escolares), respecto al uso de drogas en los adolescentes, dio como resultado que la mayoría de la población usuaria de drogas ilegales, consumen cocaína. Por otro lado, las encuestas de los estudiantes de nivel bachillerato o equivalente del D. F donde el CONADIC en el 2003, señala que 32.2% reportan haber cometido actos antisociales, desde robar pequeñas cantidades de dinero (16.2%), hasta usar armas para asaltar (5.6%) y solamente el 8% había usado sustancias psicoactivas (sin incluir alcohol o tabaco). Las drogas que más se asociaron con los individuos que habían cometido actos antisociales fueron la cocaína e inhalantes. En ese sentido, se ha registrado que en un 21.2% de adolescentes que cometieron el delito de robo estaban intoxicados por cocaína, la mayoría hombres, y de los cuales solo la mitad tienen educación primaria (Quiroga et al., 2003). En el estudio de Villatoro et al. (2002), sobre la información acerca del uso de drogas en adolescentes de los Centros Tutelares de Menores infractores, ha reportado que un 37% de 3,261 jóvenes que han sido arrestados en el año de la investigación, usaban marihuana, (96% de sexo masculino). Y un 36.4% de las infracciones reportadas fueron cometidas bajo intoxicación, donde el 50% eran robos.

En general, es la adolescencia en donde se da por primera vez el consumo del alcohol y otras drogas, así como el hecho de cometer delitos. Esta etapa se considera como factor de riesgo debido a que es donde se tienen más probabilidades de ser y hacer víctimas de delitos violentos incluyendo violación, asalto a mano armada y robo, bajo la intoxicación de drogas legales e ilegales. Es también aquí donde debemos cuestionar: ¿Estamos tratando con delincuentes, o solo con personas que han cometido un delito debido al uso de alguna sustancia? ¿Son estos sujetos una consecuencia del sistema actual del país? ¿Es la primer y más importante necesidad el darles una “rehabilitación” en relación al delito cometido, o es más factible el darles un tratamiento como los adictos que pueden ser?

En lo personal, el sistema actual del país se encuentra en un desfase considerable en relación al servicio que las dependencias de gobierno ofrecen y el avance de las telecomunicaciones, principalmente estaría hablando de un sistema educativo que cada vez se vuelve más deficiente, y que ha perdido su capacidad para transmitir todo lo que la cultura mexicana era y es, los valores, las tradiciones y los conocimientos que consideramos “cultura general”, así como habilidades específicas que fortalecen el razonamiento, la agilidad mental y el lenguaje ya no son capacidades que deben ser desarrolladas en un ámbito educativo; por su parte, las telecomunicaciones han sabido absorber a todos los estratos sociales, la televisión abierta, en su mayoría con un pésimo contenido, la internet y sus aplicaciones que ahora ya son más accesibles en los teléfonos celulares y otras más, favorecen este desfase, la pobre educación se mezcla con la influencia de los medios electrónicos favoreciendo que el pueblo sea cada vez más manejable, mentes débiles controladas por grandes corporativos gubernamentales y privados. Esto, a mi parecer, es lo que lleva a un adolescente al mundo de las sustancias, las drogas cada vez más, parecen una salida más fácil a los problemas que pueden aparecer a esta edad, desintegración familiar, mala comunicación, bullying, discriminación racial e ideológica, entre otras, son situaciones que el adolescente, en este proceso de autoconocimiento y cambio, a veces no tiene la capacidad y los medios que se supone debería haber desarrollado para afrontar su realidad. En lugar de apreciar un reforzamiento a los sistemas educativos, vemos como el gobierno apuesta más por la implementación de centros recreativos, que en ocasiones, son los lugares donde pueden tener acceso al mundo de las drogas. Educación de mala calidad, cambios constantes y rápidos que la adolescencia conlleva y ahora sí, un sistema Legal que con los avances sociales se queda cada vez más en una funcionalidad arcaica (una idea personal es que el derecho, las leyes, si no siguen el mismo ritmo del avance social, conjugado con la regulación de la conducta de la sociedad, dan como resultado reformas y leyes que no están a la par y que no podrán resolver los problemas y las necesidades que los ciudadanos tengan, la ley se vuelve una falacia), es lo que lleva a gran parte de los jóvenes que han caído en adicción a los reformatorios, o en su caso, a las grandes ligas, un ingreso al CERESO, situación que aunado al proceso biopsicológico en el que se encuentran, repercutirá en gran escala en la vida y futuro del joven mal educado, mal controlado… mal adaptado.


¿Cómo debe ser la rehabilitación de estos sujetos? ¿Penitenciaria o Clínica?... a mi parecer, el simple hecho de ser víctimas del sistema, y haber cometido delitos bajo la influencia de sustancias, debería llevar al sujeto, si a un pago por sus acciones, que aprenda que cada acto conlleva consecuencias y que debe tomarse responsabilidad por las mismas, pero todo lo que está detrás de su adicción, no requeriría de medidas meramente penitenciarias, pues no estamos hablando de tráfico de drogas, sino simple consumo que lo llevo a delinquir, una adicción que debería ser tratada clínicamente para su rehabilitación, bajo la supervisión del sistema penitenciario; claro está que esta idea va a tardar en llegar a la mente de nuestros amados funcionarios de gobierno, y con seguridad digo que su pensamiento tan retorcido y a veces ortodoxo, no les dejara tomar medidas que puedan llegar a ser un freno de esto, como la tan discutida legalización de la marihuana, la desinformación no permite ver más allá de la situación del país, ver acontecimientos del pasado de otros países, todo se vuelve una bola de nieve que cada vez va crecido de forma desmedida, la sociedad avanza cada vez más rápido, lo que es moderno, en unos días será ineficiente, como nuestro sistema.

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